Estrategias de autocuidado para el Mes de Concientización sobre la Salud Mental
05.26.22
Categoría: Autocuidado y Apoyo, Terapia
Tipo: Blog
La agresión sexual a menudo tiene un costo tremendo en el bienestar físico y mental, lo que aumenta el riesgo de que el sobreviviente sufra afecciones graves como estrés postraumático, ansiedad y depresión.
KCSARC es un proveedor comunitario de salud mental que se especializa en ayudar a los sobrevivientes a recuperarse. Sabemos que, colectivamente, la salud mental y conductual ha llegado a un punto de crisis, empeorando durante la pandemia. La lucha, como dicen, es definitivamente real.
Mayo es el mes de la concientización sobre la salud mental, por lo que queremos centrarnos en formas sencillas de abordar el estrés cotidiano en nuestras vidas, ya sea relacionado con la agresión sexual o no.
Reconocer los síntomas del estrés.
El primer paso para controlar el estrés y desarrollar la resiliencia es reconocer los síntomas del estrés. Estos pueden ser físicos, emocionales o conductuales. Algunos síntomas a tener en cuenta: tensión corporal o rigidez general, cambios de humor, cambios en los patrones de sueño. Los comportamientos autodestructivos, incluido el abuso de drogas o alcohol, tienen sus raíces en el estrés.
Para los sobrevivientes de agresión sexual, los signos de estrés pueden aparecer inmediatamente después de la agresión, o semanas, meses o incluso años después. El estrés puede resurgir con "desencadenantes", como el aniversario u otro recordatorio del asalto.
Los familiares y amigos de un sobreviviente también pueden experimentar estrés debido a la agresión de un ser querido. Es importante no pasar por alto ni minimizar el impacto que el estrés puede tener en los familiares y amigos en esta situación.
¿Qué puede ayudar?
Las técnicas de relajación pueden ayudar a aliviar el estrés, y este es un buen momento para empezar a ponerlas en práctica. Algunos que puedes probar cuando sientas los síntomas del estrés:
- Recuerde respirar: preste atención a su patrón de respiración y manténgalo lento, profundo, tranquilo y rítmico.
- Cree una atmósfera relajante: atenúe las luces, escuche música, encienda velas, recuerde lugares, momentos y personas especiales, o imagine una situación relajante.
- Practique alguna actividad física: Caminar, estirarse, bailar, hacer deporte, etc. El ejercicio físico libera el estrés y la tensión.